¿Escondes tu esterilidad?

LA MAYORÍA DE LOS PACIENTES QUE RECIBEN TRATAMIENTOS DE REPRODUCCIÓN ASITIDA, LO ESCONDEN.

Hace unos días en la consulta una paciente me preguntó:

– Por favor Doctora, necesito que me imprima todas las recetas. Hoy tengo tiempo de viajar y aprovecharé para ir al pueblo vecino a comprar la medicación. 

-¿Al pueblo vecino? – pregunté un poco sorprendida porqué en la ciudad donde visito habitualmente no hay problema para encontrar los medicamentos. 

– Sí, sí, oye bien. No se lo he contado a nadie y lo último que quiero es que lo sepan en la farmacia. 

Jamás juzgo ni opino sobre las decisiones que toman mis pacientes. Sin embargo, esa mujer me dijo la última frase llorando y entendí que esas lágrimas escondían algo más que ocultación. Escondían ese miedo a sentir fracaso, esa vergüenza a sentirse juzgada, esa culpabilidad por no poder gestar de manera espontánea, esa evitación a cualquier pregunta que suponga una presión… y no sólo eso. También escondían soledad, frustración, fatiga y tristeza. 

Ella y su pareja habían decidido, como tantas otras, llevar el tratamiento en la más absoluta privacidad. 

– Lo entiendo – asentí. Y continué: Sabes que puedes solicitar visita con la psicóloga de nuestro centro siempre que lo necesites. 

En esta vida, todos somos libres de decidir si queremos hablar o no. Hay personas muy reservadas que prefieren contener sus emociones, sentimientos y vivencias en su foro interno. No obstante, hay personas que no lo cuentan por motivos ajenos: el qué dirán. 

Si algún paciente me pregunta sobre qué hacer, o si con alguna pareja tenemos suficiente confianza como para hablar abiertamente de todo, siempre les digo que es muy personal pero que quizá hablarlo con un circulo de confianza, les puede ser beneficioso. 

¿Beneficios de hablar?

Los beneficios son más que evidentes. Hablar nos ayuda a compartir nuestros sentimientos y en ocasiones diluye las emociones. 

Si tenemos un circulo de amigos o familiares que entienden por lo que estamos pasando, nos sentiremos apoyados ya que nos darán todo su amor tras conocer nuestra realidad. Y además, podremos evitar caer en situaciones con preguntas embarazosas de las que no sabemos como salir sin sentir una punzada de dolor en el pecho. 

Si decides hablar con alguien, explícaselo con naturalidad y dile abiertamente que en ocasiones no te apetecerá responder preguntas. Poner límites es sano.

Y recuerda, que si no sabes como hacerlo, en tu centro de reproducción asistida podrás solicitar una visita de apoyo psicológico. 

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